Actualidad 

Seine Musicale, por Shigeru Ban

Con la esfera a cuestas

30/08/2017


Decir, como no se han cansado de repetir los medios generalistas, que La Seine Musicale es el nuevo símbolo arquitectónico de París no es decir gran cosa: la capital francesa, ciudad por antonomasia de los símbolos arquitectónicos, inauguró hace dos años la Fundación Louis Vuitton de Gehry, hace uno la Filarmonía de Nouvel y en 2017 conmemora el cuarenta aniversario del Centro Pompidou.

Con todo, el edificio de Shigeru Ban no deja de ser noticia, tanto por su tamaño (35.000 metros cuadrados y una sala de conciertos con capacidad para 6.000 personas) como por su ubicación en la isla de Seguin, en la periferia de París, sobre unos terrenos que fueron la cuna de la industria del automóvil en Francia y que ahora se están reconvirtiendo —signo de los tiempos— en lo que, con cierta pretensión, se ha denominado el ‘Valle de la Cultura’.

Aunque no esté claro cuán simbólica resulta la Seine Musicale, lo que sí puede afirmarse es que es un edificio extraño. Tirando de surrealismo, Ban ha combinado la inevitable referencia al navío que supone el zócalo ceñido a la orilla, con la alusión aparatosa del esferoide banalmente geodésico y banalmente espejado que ese presunto navío lleva a cuestas, cual gigante Atlas. Es una solución que resulta tan poco convincente que nos hace preguntarnos si el arquitecto japonés no está más a gusto trabajando en viviendas de emergencia de cartón que en grandes dotaciones que necesariamente deben parecer iconos.


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