Renzo Piano acaba de inaugurar la nueva sede del Tribunal de Justicia de París, concebida para dar respuesta a la creciente falta de espacio en el representativo edificio de la Île de la Cité. La torre, construida gracias a un convenio de colaboración público-privado, integra, bajo su perfil escalonado, todas las salas de audiencia y las oficinas administrativas de la institución. Por la «creación de una composición urbana poderosa», el jurado de los premios del semanario Le Moniteur, presidido por José Ignacio Linazasoro, ha galardonado la obra con el Prix de l’Équerre d’Argent, reconocimiento que el italiano ya había obtenido en 1991.