La efervescencia ideológica de las décadas de 1960 y 1970 —cuyo objetivo era dar la puntilla a la modernidad— tuvo su más perdurable título en Complexity and Contradiction in Arquitecture, publicado por el MoMA justo hace cincuenta años y firmado por Robert Venturi —entonces un joven arquitecto a punto de asociarse con Denise Scott Brown— que proponía una especie de eclecticismo puesto al día, inteligente, incluyente e irónico en potencia, donde la historia de la arquitectura aparecía más como un proceso de continuidad que de ruptura. Desde entonces, la influencia del libro —del que Vincent Scully dijo que era «el más importante desde Vers une architecture— ha sido constante, y esta fidelidad tozuda que lo mantiene vivo es quizá mejor que cualquier homenaje que se le pueda hacer por su efemérides.