«La Casa del Fascio y la casa Giuliani-Frigerio ya no pueden ser clasificadas simplemente como racionalistas o modernas y plantean dudas acerca de su categoría histórica como arquitectura fascista, que depende en parte de su identificación, por parte de algunos historiadores, con criterios tales como la ordenación clásica, la monumentalidad, la escala y otros dispositivos retóricos. Dentro de toda la obra de Giuseppe Terragni, estos dos edificios aparecen como ejemplos de lo que se puede denominar ‘crítico’. Aunque son completamente diferentes en cuanto a su estética y sus funciones, comparten muchas estrategias formales. Es en estas estrategias donde se verá que... adquieren sus aspectos críticos (...) La Casa del Fascio es sustractiva en un sentido físico y aditiva en un sentido conceptual, y la Giuliani-Frigerio es físicamente aditiva y conceptualmente sustractiva.»

Peter Eisenman, ‘Estrategias del signo’, Arquitectura Viva 48 (1996).[+]