El nombre de Fritz Leonhardt se asocia sobre todo con la torre de la televisión que terminó en 1956 en su nativa Stuttgart, un esbelto fuste hueco de hormigón que serviría como modelo para incontables torres de comunicaciones posteriores en todo el mundo. Sin embargo, como destacan el historiador Joachim Kleinmanns y la arquitecta Christiane Weber en la exposición y libro realizados con motivo de su centenario, él se consideraba sobre todo un constructor de puentes, y así se le percibe en España, donde en 1992 realizó una exquisita pasarela peatonal sobre el Guadalquivir para unir el casco histórico de Sevilla con el recinto de la Expo en la isla de La Cartuja. Los puentes protagonizaron también los inicios de su vida profesional, que se desarrolló durante más de una década bajo el régimen nazi, desde la llegada de Hitler al poder en 1933 y hasta la derrota final en 1945, años en los que sus realizaciones más significativas fueron los puentes del modélico programa germano de autopistas, pero en los que también intervino en el diseño y cálculo de la que habría sido la mayor cúpula del planeta, una construcción formidable de 265 metros de diámetro para la nueva estación central de Múnich que superaba incluso los 250 metros de la proyectada por el arquitecto Albert Speer en Berlín... [+]