Erich Mendelsohn fue uno de los escasos arquitectos que tuvo un reconocimiento inmediato tras construir su primera obra: la torre Einstein en Potsdam. A finales de los años veinte, su estudio de Berlín era uno de los más importantes de Alemania, se le invitaba a dar conferencias en Francia, Holanda, Inglaterra, Estados Unidos y había terminado parte de sus edificios comerciales, obras significativas de la modernidad.
Con todo, fue un gran ignorado por parte de la vertiente racionalista de la arquitectura coetánea. Baste como muestra el que Philip Johnson y H.R. Hitchcock no le incluyeron en la exposición ‘El Estilo Internacional’, celebrada en el MoMA de Nueva York en 1932, ni en el libro publicado a raíz de ésta. Por el contrario, en otros ámbitos, la obra de Mendelsohn siempre ha sido objeto de interés. Desde su primera Obra Completa, de 1930, supervisada por él mismo, y publicada también ese mismo año en un número especial de L’Architecture Vivante de Le Corbusier, hasta la realizada por Zevi, publicada en Milán en 1970 (reeditada en 1997), pasando por la de Whittick, las diversas publicaciones sobre diferentes facetas de su actividad, los capítulos en las historias de la arquitectura del siglo XX y los numerosos artículos, constituyen una amplia bibliografía para acercarse a su obra. A esta bibliografía se suma este volumen, traducción italiana del original alemán de 1999. En él se reúnen una serie de trabajos de investigación sobre aspectos parciales, obras o periodos concretos de su actividad, llevados a cabo, fundamentalmente, por tres historiadores: Regina Stephan, Heinze Greenberg y Kathleen James, y una aportación más reducida de Charlotte Benton y Hans R. Morgenthaler. Por razones personales, por motivos profesionales y por causas políticas, Mendelsohn se vio obligado a vivir en diferentes países. La obra que desarrolló en los distintos lugares de residencia refleja las circunstancias de cada uno de ellos. Estas particularidades se ponen de manifiesto en los correspondientes artículos sobre la obra en Berlín, Palestina, Estados Unidos, y de su corta estancia en Inglaterra. Otro capítulo se centra en los viajes realizados. El texto sobre las cinco casas berlinesas las aborda como etapas de una trayectoria que culminaría en su propia casa, un homenaje a su mujer, Louise, donde el arquitecto realizó ‘una síntesis entre arte y técnica completada por la naturaleza’, a la que se dedica otro apartado específico. A demás se tratan el complejo WOGA, la fábrica de San Petersburgo y la Universidad en el Monte Scopus, donde se manifiesta su maestría en la configuración de espacios exteriores. A este respecto, los grandes almacenes constituyen paradigmas de la intervención en el contexto urbano y la inserción de la imagen del edificio empresarial en la ciudad; de ellos se ocupa un obligado capítulo. Éstos y otros temas se abordan en unos textos bien documentados que profundizan en su obra.