Carlos Jiménez

Enclavada a lo largo del río Ohio, Cincinnati es la tercera ciudad del estado. Además de ser sede de uno de los equipos de béisbol nacionales y de varias de las empresas inscritas en la lista Global Five Hundred de la revista Fortune —el barómetro económico norteamericano—, Cincinnati encarna los valores de la América profunda, tradicionalismo y laboriosidad, que fueron puestos a prueba hace doce años, cuando el museo de arte contemporáneo fue noticia a causa de la clausura de una exposición del fotógrafo Robert Mapplethorpe, considerada obscena por un juez local. Las disputas legales que sucedieron al cierre temporal del museo dejaron en el mundo del arte norteamericano un desagradable recuerdo de Cincinnati, que quedó marcada como lugar del conservadurismo más reaccionario. Es, por tanto, un esperanzador síntoma de cambio el que la misma institución, rebautizada como Centro de Arte Contemporáneo (CAC), sea actualmente el escaparate de una de las figuras más señaladas de la arquitectura actual: Zaha Hadid. El impactante nuevo museo de Hadid se presenta como un gesto conciliatorio, de reparación de la vilipendiada reputación de Cincinnati en el mundo del arte, pasando a convertirse en una institución capaz de asumir riesgos. La ciudad cuenta ahora con un espacio notable para la exposición y el debate de las vicisitudes del arte contemporáneo. En palabras de su director, el CAC es «un museo para el arte de los últimos diez minutos»... [+]