En un entorno natural idílico, situado a pocos kilómetros de Hanói, se levanta un espacio multiusos diseñado para albergar eventos culturales organizados por la comunidad local. La propuesta parte de dos objetivos fundamentales: emplear materiales de proximidad y explorar las cualidades constructivas del bambú, no sólo como elemento de revestimiento si no también como material estructural. Para ello, en lugar de procesar el bambú mediante tratamientos químicos se recurre a una técnica tradicional que consiste en cubrir las cañas con barro para después someterlas a un proceso de ahumado, dotando al material de protección frente a insectos. Además, aquellos elementos que forman los pórticos de la estructura se someten a un tratamiento de calor para obtener la curvatura necesaria.

El programa se organiza en dos cuerpos radiales de diferente condición espacial y material. Por un lado, el espacio exterior se cubre con una estructura de bambú en voladizo, de 12 metros de ancho, que evoca la forma de las alas extendidas de un pájaro; por otro, los espacios servidores —cocinas, alamacenaje y aseos—, se disponen en un volumen semienterrado construido con muros de piedra extraída de una cantera local rematado con una cubierta vegetal.