Situado en un nuevo desarrollo urbano de Lyon que ocupa un espacio junto a la confluencia de los ríos Ródano y Saona, este edificio es la respuesta a los condicionantes impuestos por un doble cliente y un doble programa. Compuesto de viviendas sociales en alquiler y en venta y con forma de L utiliza dos materiales muy distintos para evitar tener una imagen masiva y para distinguir cada parte del programa visualmente, a pesar de que esta distinción no sea tan estricta en su interior.

La composición se apoya en el juego de materiales y en los efectos que estos producen. La fachada norte, que se corresponde con las viviendas en propiedad, utiliza paneles de fibra de cemento colocados siguiendo un patrón rítmico y cambiante de este a oeste, pasando de una distribución compacta y ordenada a otra más flexible e informal. Este material dobla la esquina y se extiende ligeramente por la fachada oeste, donde domina una gran superficie de tablas de abeto, tras la que se sitúan las viviendas en alquiler. Las tablas se colocan de dos maneras: como revestimiento de los muros de las viviendas y separadas creando una suerte de pantalla abierta que protege uno de los dos núcleos de comunicaciones. Esta transparencia hace de este espacio un punto determinante de la imagen del edificio.