Cerca de la ciudad meridional de Liuzhou, al borde de un paisaje kárstico de excepcional belleza declarado como patrimonio de la humanidad, se encuentra una cantera de piedra caliza que, en su afán extractivo, ha dejado al descubierto el singular interior de cinco montañas, cortadas dramáticamente para favorecer la extracción. La cercanía de la ciudad y el crecimiento de la creciente clase media china han atraído a los promotores a una empresa paisajística y de vivienda que pretende al mismo tiempo rehabilitar el paisaje y frenar la erosión de la ladera descubierta de las montañas. La solución a esta situación pasa por revestirlas con casas que consoliden el terreno y que no interrumpan la continuidad del paisaje del parque, casas que cuentan con una buena vista y con ventilación cruzada y que configuran, finalmente, un relieve escultórico aparentemente tallado en la roca.

Las plantas siguen la topografía natural de la pendiente y absorben su irregularidad mediante la creación de terrazas. Para fundirlas con la ladera, los muros de las viviendas se construyen con la piedra procedente de la misma cantera. Entre las plataformas de las viviendas — apoyadas sobre pilares —y las rocas, se crea un espacio de tres metros de grosor que garantiza una buena ventilación... [+]