Un paisaje más que una obra arquitectónica, el ‘valle del campus’ se graba en el terreno marcando la entrada de la universidad como un gran surco. Al comienzo es una larga explanada descendente, para volver a ascender en su extremo final a través de una secuencia de bancos y escalones que pueden ser utilizados como un anfiteatro exterior. El perfil de este ‘valle’ señala el eje del complejo, organiza el programa colectivo y distribuye los edificios al modo de un campus anglosajón. La dimensión urbana y el territorio son más importantes que el objeto. Este singular edificio sin emergencias transforma la topografía del lugar y modifica por completo la geometría urbana, conectando físicamente el edificio y visualmente los elementos del solar en un nuevo paisaje. En primer lugar, la nueva entrada conduce a una plataforma transversal para entrenamientos deportivos y eventos ocasionales. Este espacio crea un vínculo entre la Universidad y la ciudad. En el interior del ‘valle’, las fachadas enfrentadas dibujan dos grandes acantilados de vidrio, ofreciendo luz natural a los espacios enterrados, donde se dan cita usos mixtos como salas de estudio y oficinas administrativas, además de espacios comerciales y culturales como cines, teatro, restaurantes, y tiendas. Los tres edificios que contienen el programa se entierran para liberar el territorio: una metrópolis contemporánea como Seúl tiene la dramática necesidad de crear nuevos espacios abiertos que permitan compensar la rápida densificación impuesta por los promotores inmobiliarios. Gracias a la geometría pura y simple tanto del contorno exterior como de los interiores del edificio se alcanza un efecto de gran abstracción. El muro cortina del ‘valle’, especialmente las lamas verticales de acero espejo, es una nueva pieza de tecnología que requirió un desarrollo experimental a cargo de los ingenieros de Samsung. Diseñadas y construidas para soportar grandes cargas de viento, las lamas, tornillos, y marquesinas que conforman las fachadas, desaparecen bajo las enormes dimensiones del conjunto. Finalmente, el edificio se desavanece bajo la cubierta ajardinada. Es un espacio de aspecto natural, con senderos de rocas, arbustos y árboles florales plantados de manera azarosa. Diseñado en colaboración con el departamento de paisajismo de la propia universidad, el jardín es realmente una extensión del parque existente. El objetivo es devolver este espacio a estudiantes y profesores, no sólo restituyendo la circulación fluida de personas, sino también generando nuevas actividades e invitando a la gente a tomar posesión del lugar.