Tienda Sita Murt, Barcelona
Manuel Bailo  Rosa Rull 


En una de las bulliciosas calles comerciales del casco antiguo de Barcelona ha abierto sus puertas una nueva tienda de moda. Los propietarios, una familia de empresarios textiles de Igualada, quedaron sorprendidos cuando en la primera visita al local —siempre recordado por ellos como un pequeño espacio en planta baja— se descubrió una escalera que daba acceso a un sótano cubierto por una bóveda de cañón. El deseo de incorporar este singular espacio excavado al volumen de la intervención llevó a perforar la bóveda y a construir una serie de pequeños lucernarios que condujeran el aire y la luz natural hasta el fondo. Para ejecutar los agujeros proyectados se utilizó un percutor de diámetros variables, a partir de la repetición ordenada de troqueles precisos de 20 centímetros. A continuación, se colocaron unos lucernarios estructurales, cánulas de chapa curvada de 8 milímetros de espesor que, mediante sus anclajes a la bóveda, volvían a permitir la transmisión de cargas que los mismos agujeros habían interrumpido, convirtiéndolos así en ojales. Finalmente, se suspendieron dos tramas de tubos metálicos continuos (hilos de 10 y 3 centímetros de diámetro), doblados y curvados, que ‘cosen’ todo el espacio de arriba a abajo.

La sencillez de la actuación sólo es posible gracias a la construcción con elementos metálicos, dada su concentrada capacidad estructural. Cada uno de ellos tiene, además de su función resistente, un papel en el funcionamiento del punto de venta. Las chapas que zunchan los nuevos agujeros configuran lucernarios, mostradores y expositores; y las dos tramas de tubos suspendidos del techo, además de sostener la escalera, proporcionan los lugares para colgar la ropa. Esta lógica se repite tanto en la planta baja como en el espacio excavado del sótano, diferenciándose ambos espacios por los colores y por el diferente tratamiento y textura de sus superficies. A través de los lucernarios se aprecia el contraste entre los dos ámbitos de la tienda... [+]