En un paisaje semidesértico entre los ríos Nilo y Atbara, los restos de la ciudad de los kushitas en Meroe —una poderosa dinastía que reinó entre el siglo VIII a.C y el siglo IV d.C.— fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2011. A unos 45 kilómetros del actual poblado sudanés de Shendi, el sitio arqueológico contiene, entre otros vestigios, pirámides, templos y viviendas, así como instalaciones termales. Para preservar estas últimas, levantadas en el siglo I d.C, se ha diseñado una estructura muy ligada a la tradición constructiva de la zona. A través de la utilización de la piedra y la arcilla, la intervención protege las célebres ruinas contra la erosión y controla la humedad interior.

El nuevo volumen se integra con respeto en el entorno al estar construido con ladrillos de barro fabricados in situ. Una franja formada por piezas verticales de hormigón recuerda visualmente al friso de los templos clásicos y al mismo tiempo permite la circulación de aire. La estructura de la cubierta se apoya sobre los muros perimetrales de sesenta centímetros de grosor y de ella cuelgan una serie de pasarelas suspendidas que permiten la visita al lugar. En la cubierta, la combinación de bóvedas opacas y traslúcidas permite que el espacio se ilumine de forma cenital e indirecta.


Cliente Client

Qatar-Sudan Archaeological Project, German Archaeological Institute, National Corporation for Antiquities and Museums

Arquitectos Architects

Kéré Architecture

Equipo de diseño Design Team

Dominique Mayer, Alice Busani, Diego Sologuren Martin, Daniel Heuermann, Johanna Lehmann

Superficie construida Built-up area

680 m²