Situadas junto a la escuela primaria de Gando, las viviendas para maestros se construyen con el objetivo de atraer a profesores de otros lugares, y promover el uso de la tierra como material de construcción duradero y sostenible. Las casas se conciben como una serie de módulos adaptables, de tamaño equivalente a las cabañas redondas tradicionales, que se pueden combinar entre sí para crear unidades más grandes. La sencillez del diseño y el uso mínimo de materiales importados hace que la población local se implique directamente en el proyecto.

Las seis casas para los maestros y sus familias se distribuyen en forma de arco en el sur del complejo escolar. Esta organización curvilínea no sólo es bella sino que también es una reminiscencia de los conjuntos tradicionales de Burkina Faso. Los techos están formados por bóvedas de cañón construidas a partir de bloques de tierra estabilizada. Este método, nuevo en la región, aprovecha los recursos locales y, al mismo tiempo, es eficiente desde un punto de vista climático. Para proteger las viviendas de la humedad capilar, los muros de adobe se apoyan sobre una base de cemento y bloques de granito. En lugar del revestimiento tradicional a base de limo, jugo vegetal y estiércol, las paredes se cubren con betún, para evitar que se degraden.