Situado en el centro de Berlín, el aeropuerto de Tempelhof cerró sus puertas a los pasajeros en 2008 y durante la crisis migratoria ha ofrecido cobijo a más de 8.000 refugiados que huían de la guerra en Oriente Medio y otros conflictos mundiales. La construcción de un escenario satélite del teatro Volksbühne marca un nuevo capítulo en la compleja historia del aeropuerto, que se nutrirá de la riqueza cultural generada por la diversidad.

El objetivo final del proyecto es fomentar un nuevo tipo de experiencia teatral que propicie la colaboración, la improvisación y la comunicación. La barrera entre audiencia y artistas se disuelve tanto literal como metafóricamente, promoviendo el intercambio bidireccional. El teatro se concibe como una estructura móvil, formada por ocho soportes sobre ruedas, que podrá situarse en la inmensa planicie exterior o en el interior de los hangares. La monumentalidad de este espacio industrial, enfatizada por la altura del techo y el tamaño de las puertas correderas, encaja con el propósito de crear un ambiente universal donde poder experimentar. Para adaptar el espacio al amplio rango de actividades que incluye el programa —desde actuaciones a conciertos, exposiciones o debates— tanto el graderío como el escenario pueden reconfigurarse en cada ocasión.