Teatro Ramos Carrión
MGM Arquitectos 

Teatro Ramos Carrión

MGM Arquitectos 


Situado en el centro histórico de Zamora, el teatro Ramos Carrión, inaugurado en 1916, es un edificio modernista que ha sufrido diversas vicisitudes a lo largo del siglo XX. Durante una época se acondicionó como sala de cine, y en 1967 para adaptarlo a los nuevos avances técnicos se produjo una intensa reforma que supuso la destrucción del aspecto de la sala, transformando la decoración y la disposición del anfiteatro. Luego sufriría un prolongado periodo de abandono hasta el concurso convocado por el ayuntamiento de la ciudad en 1996 para rehabilitarlo y ampliarlo, que se ha llevado a cabo tras una larga gestación.

La nueva plaza creada en la trasera del teatro funcionará como un mirador urbano sobre el río Duero. En ella se llevarán a cabo funciones al aire libre con la nueva fachada de vidrio acordeón como telón de fondo. 

El teatro Ramos Carrión es un edificio que se planteó en su tiempo para conformar la calle y para ser una pieza representativa de la ciudad. La propuesta que se ha llevado a cabo trata de expandir su área de influencia hacia el Duero y la ribera de enfrente, así como hacia la calle lateral. Por otro lado, se planteó el edificio como un objeto no acabado, cuya sala principal se escapa y fuga hacia atrás. La nueva ampliación juega a este mismo equívoco, proyectándose un espacio único y continuo, tallado en el suelo y disuelto en su cubierta, que reincide de nuevo en su ambigüedad entre lo abierto y lo cerrado. El proyecto, por tanto, concibe el programa como algo que puede variar a lo largo del tiempo, con la posibilidad de aumentar en tamaño si la necesidad lo requiere.

El edificio está incrustado en un tejido urbano muy denso y flanqueado por calles estrechas, aunque en uno de sus lados goza de una ubicación estratégica sobre un jardín que mira hacia el río Duero. La intervención patrimonial ha sido profunda, pues además de la consolidación de ciertos elementos como la fachada principal, se han construido varias piezas que complementan y fortalecen el conjunto. Estos nuevos elementos consisten en un pabellón que amuebla la plaza de acceso, una gran rampa que enhebra el programa, conectando todo: calles, edificios existentes y el jardín hacia el Duero. Por último, una cubierta que acompaña todos los movimientos del público.

El edificio plantea una reutilización de la imagen y los usos tradicionales. La antigua sala es ahora un contenedor susceptible de albergar conciertos, conferencias, encuentros, además de cine o teatro. Esta nueva versatilidad ha obligado a modificar la tramoya, que altera su posición como telón de fondo. Un nuevo espacio neutro ocupa el jardín, permitiendo su utilización como sala, aula, o incluso como salón de baile, mientras el resto de la planta baja se destina a área de exposiciones.