El equipo sevillano SV60, liderado por los arquitectos Antonio González Cordón y Antonio G. Liñán, es el encargado de construir las nuevas instalaciones de la Universidad de Chipre en Nicosia. Con 8.500 metros cuadrados, el edificio Nikos K. Shakolas, como se denomina, conecta la arquitectura preexistente del campus con el paisaje circundante. Adaptado a la topografía del terreno, el volumen está envuelto por una celosía continua de elementos prefabricados, cuyo tamaño y profundidad varían según la orientación, mientras su fachada norte se pliega para para optimizar las vistas al paisaje. Cuatro núcleos verticales contienen las comunicaciones y actúan como soportes estructurales de la construcción, sosteniendo cerchas de gran canto. El patio interior, cubierto de zonas verdes, permite además la conexión visual entre diferentes partes del edificio. El proyecto combina principios de arquitectura pasiva para mejorar la eficiencia energética, teniendo en cuenta la incidencia solar, las brisas predominantes, la temperatura de la tierra bajo el edificio, entre otros elementos. SV60 Cordón & Liñán Arquitectos