Junto con las murallas venecianas de la capital chipriota y ocupando parte del foso seco que rodea la parte antigua de la ciudad, se sitúa la plaza Eleftheria, un parque público que transforma la zona con una serie de paseos arbolados, espacios verdes, fuentes de agua y áreas pavimentadas. El paisaje urbano incorpora escaleras y puentes de hormigón curvos, que conectan el foso seco con las calles cercanas. Las geometrías irregulares de estas formas fluidas ayudan a definir el carácter de los distintos espacios, aportan dinamismo, generan asientos a partir de las bases de las columnas y aseguran la integridad estructural en esta región sísmica. El pavimento de granito en el foso presenta juntas abiertas entre las losas que crean un sistema pasivo de drenaje de aguas pluviales, permitiendo que los árboles equilibren naturalmente los niveles de agua subterránea y reduzcan la erosión de los cimientos de las murallas medievales.