La firma de relojes Vacheron Constatin, la más antigua del mundo todavía en activo, organizó un concurso para construir su cuartel general en las afueras de Ginebra: se demandaba un edificio en el que debían quedar integrados los talleres de producción —la compañía presume de ofrecer productos hechos artesanalmente— y las oficinas de gestión y marketing. El proyecto ganador lo consiguió por medio de una piel de acero perforado que además de cubrir y conectar ambas partes, se alza a modo de emblema en el paisaje.

Las oficinas ocupan cuatro pisos en un costado de la planta rectangular, mientras los talleres se desarrollan en una sola altura formando una pastilla horizontal en el resto de la planta. Dado que la mayoría de los trabajadores acuden al centro en su propio vehículo, se optó por integrar el aparcamiento en el diseño del edificio. Para ello, el terreno se hunde con una suave inclinación y deja libre el área bajo los talleres. La pendiente se cubre de árboles y el espacio liberado se destina a aparcamiento: los empleados llegan, se cambian, y acceden a sus puestos de trabajo. El volumen parece levitar, y la luz llega a todos los puntos de la pastilla mediante un patio y una retícula de lucernarios que taladran su cubierta. La entrada oficial tiene lugar en la zona de las oficinas, donde un vestíbulo da paso a un atrio central atravesado por pasarelas y escaleras. Todos los empleados, tanto los trabajadores de la fábrica como los ejecutivos que ocupan los despachos, se cruzan a diario en este atrio a triple altura, ya que es a través de él como se accede al comedor de la planta cuarta, donde comparten en su tiempo de esparcimiento las mejores vistas.

La piel de acero inoxidable envuelve exteriormente el edificio, constituyendo la última capa en muros y cubierta; en la zona de talleres, donde se desarrolla en horizontal, una bandeja dispuesta bajo el acero perforado recoge y conduce el agua de lluvia. Sólo los testeros quedan libres de envolvente y se presentan completamente acristalados. La piel, que aloja ventanales corridos de lado a lado en todos los niveles, se sostiene gracias a un armazón de perfiles de acero de doble subestructura, una primaria y otra secundaria. Interiormente, aparece recubierta con madera roja de cerezo americano. Para hacer frente a los inviernos severos de la región, se ha colocado un manto de aislante —doble capa de lana mineral—entre las dos pieles que recubren el volumen, compartiendo los treinta centímetros libres entre piel y piel con el aislante acústico, la membrana aislante, y los conductos de aire acondicionado, electricidad e iluminación... [+]