En continuidad con el diseño del nuevo campus de Google en California, Heatherwick Studio y Bjarke Ingels Group recibieron el encargo de construir la nueva sede de la compañía en Londres. En este caso, además de idear nuevos espacios de trabajo, el proyecto debía encontrar un lenguaje arquitectónico que respondiese al complejo contexto urbano de la parcela situada junto a las estaciones de King’s Cross y St. Pancras.

Influenciado por la escala de estas infraestructuras, el edificio se conforma como un rotundo volumen de 330 metros de largo, cuyos interiores escalonados de varias alturas definen un espacio continuo que fomentará la colaboración entre los trabajadores. Se plantea una distribución interior flexible que pueda adaptarse en el futuro a nuevos sistemas de organización del trabajo, en sintonía con las otras propuestas desarrolladas junto con Google. Para una empresa que se asocia al mundo virtual, este proyecto supone una nueva forma de comprometerse con el mundo físico. La sede contará además con un programa público en planta baja, formado por locales comerciales de pequeña escala, que se extenderá a lo largo de un paseo peatonal y contribuirá a integrar el nuevo volumen en el tejido funcional de la ciudad.