Renovación del ala Sainsbury de la National Gallery de Londres
Annabelle Selldorf 

Renovación del ala Sainsbury de la National Gallery de Londres

Annabelle Selldorf 


El 10 de mayo, la National Gallery de Londres reabre al público el ala Sainsbury tras la remodelación dirigida por el estudio neoyorquino liderado por Annabelle Selldorf, en colaboración con los arquitectos británicos especializados en patrimonio Purcell. El proyecto forma parte del programa NG200 Welcome, valorado en 85 millones de libras, iniciado con motivo del bicentenario del museo fundado en 1824.

Diseñada originalmente por los arquitectos estadounidenses Robert Venturi y Denise Scott Brown, el ala Sainsbury se inauguró en 1991 entre duras críticas. Pese a ser concebida como ampliación del edificio Wilkins, en 2017 se convirtió en la entrada principal para los visitantes de la galería. Al año siguiente, el ala fue catalogada como edificio de Grado I, el nivel más alto de protección patrimonial del país, siendo una de las construcciones más jóvenes en recibir dicha designación.

La remodelación de Selldorf Architects —autores de otros proyectos museísticos como la reciente ampliación de la Frick Collection de Nueva York— recibió fuertes críticas cuando se dio a conocer en 2022, entre cuyos opositores estaba la propia Denise Scott Brown. La controversia generada condujo a la revisión del proyecto.

Durante las obras del ala Sainsbury se descubrió una carta oculta, fechada en julio de 1990, dentro de uno de los soportes al demoler unas columnas del vestíbulo. Firmada por lord Sainsbury, uno de los principales donantes, la nota expresaba su firme oposición a la instalación de esas columnas del proyecto de Venturi y Scott Brown, ya que carecían de función estructural.

La intervención de Selldorf Architects incluye la apertura de la planta baja mediante la supresión de soportes no estructurales, la reducción de la primera planta a un entrepiso curvo y el reemplazo de los vidrios oscuros por paneles transparentes. Estas modificaciones permiten una mayor entrada de luz natural y visibilidad desde y hacia Trafalgar Square. La planta baja ahora alberga una cafetería, una tienda y un mostrador de información. En el subsuelo, el auditorio ha sido modernizado con nuevos asientos tapizados y un vestíbulo más espacioso. Materiales como la piedra caliza gris florentina (pietra serena) han sido utilizados para dar continuidad estética entre plantas.

The Guardian. ‘Tranquillising good taste’: can the National Gallery’s airy new entrance exorcise its demons?