Si los edificios hablasen, ¿se opondrían siempre a su propia demolición? En el caso del ala Sainsbury de la National Gallery, que en estos momentos atraviesa una polémica renovación, una voz de ultratumba ha bendecido la acción de la piqueta.
Ahora se ha hecho público que el año pasado, durante el derribo de un par de columnas en el vestíbulo del edificio, apareció una carta dentro de una carpetilla de plástico que estaba escondida en uno de los soportes. La firmaba lord Sainsbury, uno de los principales donantes, y en ella se oponía rotundamente a la instalación de dichos elementos sin función estructural, en tanto que se alegraba de que en algún momento se retirasen.
«Si han encontrado esta nota ―dice Sainsbury en la misiva, fechada el 26 de julio de 1990 y redactada por entero en mayúsculas bajo el membrete de su cadena de supermercados― deben de estar en proceso de demoler una de las falsas columnas que se colocaron en el vestíbulo del ala Sainsbury de la National Gallery». Y sigue: «Creo que estas columnas son un error del arquitecto y nos arrepentiremos al aceptar este detalle de su propuesta. Que quede constancia de que uno de los donantes de este edificio está absolutamente encantado de que su generación haya decidido prescindir de estas columnas innecesarias»...[+]