Con vistas impresionantes al puerto de Estocolmo, esta casa de madera se erige sobre un terreno irregular, bordeado por acantilados escarpados. Obra de la firma sueca fundada por Erik Kolman y Victor Boye, la construcción busca reducir al mínimo su huella ambiental. Al integrarse parcialmente en el acantilado, se consiguió la altura necesaria para un piso adicional, reduciendo al mismo tiempo el impacto visual.

La elección de materiales también resalta el compromiso con la estética y la funcionalidad. La madera de pino con nudos fue transformada en una madera sin nudos mediante un proceso de serrado y encolado. Las partes estructurales invisibles se fabricaron con madera nudosa, mientras que las superficies visibles se componen de piezas impecables, cuidadosamente seleccionadas para ofrecer una apariencia pulida.

Una escalera central de madera conecta y organiza las tres plantas de manera eficiente, garantizando que cada nivel tenga acceso directo a diferentes zonas del jardín aterrazado. El piso intermedio alberga la entrada principal, mientras que la planta superior está dedicada a una cocina y salón abiertos.