Inspirado en los reflejos cambiantes que producen los rayos del sol al atravesar la superficie del agua en movimiento, el proyecto —una piscina cli¬matizada municipal en la localidad de Valdemoro, a unos 27 kilómetros al sur de Madrid— está situado en una depresión próxima a la autopista, ocupando un solar de forma casi cuadrada de algo más de 8.400 metros cuadrados. El edificio se dispone al noreste de la parcela, de forma que el jardín queda orientado al sur y al oeste. Más al sur, un plano inclinado sirve de aparcamiento. Una franja del solar se cede al dominio público; así, la acera se va ensanchando progresivamente hasta formar una plazuela que da entrada a la instalación. Una fila de arces da sombra a la acera, mientras que cuatro ginkgos cierran uno de los lados de la plaza de acceso. El gran vestíbulo de entrada, de forma rectangular, es el opuesto espacial a la nave de las piscinas. Un plano de luz que penetra por la unión de ambos volúmenes parte diagonalmente este espacio, iluminándolo por completo en todos sus niveles.

Cuatro materiales fundamentales se han utilizado en la construcción del edificio: aluminio, policarbonato, vidrio y hormigón. Bandejas engatillaas de aluminio natural cubren la nave principal tanto en cubiertas como en fachadas. Los cortes verticales entre cubiertas se cierran con policarbonato celular de 40 milímetros de espesor, y el plano de la fachada sur mediante un muro cortina con carpintería de aluminio anodizado y doble capa de vidrio con cámara de aire. La base del edificio y los muros de contención del terreno se construyen con hormigón visto in situ. La caja del vestíbulo se cierra con paneles de GRC pintados de negro.

La estructura es de acero sobre una base de hormigón armado. Todos los elementos en contacto con el terreno son de hormigón y cumplen la doble función de soporte de cargas y contención de tierras. La estructura de acero esta dispuesta en paralelo a la longitud máxima del edificio, salvando así una luz de 50 metros. Estas grandes luces se resuelven mediante cerchas trianguladas cuyas proporciones dan la impresión de ligereza pese a que sus cordones inferior y superior, formados por secciones tubulares curvadas en caliente, tienen 300 milímetros de canto. Las solicitaciones horizontales normales a la fachada sur que soporta la estructura son al menos equivalentes a las verticales. Las cintas de cubierta son por tanto cerchas horizontales trianguladas mediante barras dispuestas en K que desde el interior se leen como flechas que enfatizan la dirección longitudinal. Las verticales se apoyan en cada extremo sobre pilares dobles triangulados.