La Packaged House de Konrad Wachsmann y Walter Gropius no es un caso más entre las propuestas de industrialización propias de su época —basadas fundamentalmente en el empleo de estructuras metálicas ligeras— sino que debe considerarse como un ejemplo maduro de una tradición anterior: la construcción con paneles prefabricados de madera común a ambos lados del Atlántico, pero especialmente enraizada en la práctica americana del balloon frame.

Apoyado por Gropius, Wachsmann —que había llegado a Estados Unidos en 1941— partió de su importante bagaje técnico adquirido en el diseño de casas de madera desde finales de los años 1920 (incluida la vivienda de Einstein en Postdam), para proponer un nuevo sistema adaptado a los requerimientos locales. Con este fin, renunció a diseñar un prototipo cerrado, optando por desarrollar un catálogo de piezas compatibles con diversas distribuciones. Fundado en una estricta modulación y en la repetición universal de una serie limitada de juntas, el sistema contaba con una gama de diferentes paneles de 40 x 120 pulgadas (aproximadamente 1 x 3 metros) que podían combinarse horizontal y verticalmente para formar las diferentes configuraciones espaciales.

Sin embargo, esta investigación modular no resultó suficiente para que se concediese una patente americana al sistema en su conjunto, aunque sí la obtuviese el conector para los paneles, una pieza plana en forma de X mucho más versátil que los tradicionales nudos espaciales en Y. A pesar de ello, en 1943 pudo montarse un prototipo del sistema en Somerville, Massachusetts, que, pese a las críticas, acabó convenciendo a los inversores para encargar la producción de las casas (prevista en 8.500 unidades al año) a una antigua fábrica aeronáutica, constituyéndose asimismo una empresa para su comercialización, la General Panel Corporation. Desgraciadamente, en su aplicación real, el sistema resultó demasiado rígido para admitir las tolerencias exigibles en la puesta en obra, por lo que dejó de fabricarse en 1952.