El V&A Dundee es la primera sede de este prestigioso museo de arte y diseño fuera de Londres. Desde el inicio, el proyecto se planteó como una oportunidad para reactivar el paseo junto al río Tay —una zona de carácter marcadamente industrial— e integrarlo en la vida de la ciudad. En este sentido, el edificio se concibe como un elemento icónico, capaz de cautivar a los visitantes con sus formas audaces, así como de ofrecer un espacio dinámico y un estimulante programa de actividades.

El volumen se levanta sobre dos cuadriláteros separados por un eje paralelo al RRS Discovery, el histórico barco empleado en las primeras exploraciones a la Antártida, que se exhibe contiguo al museo. A partir de esta base, la envolvente se genera mediante una serie de estratos, formados por un agregado de piedra natural y hormigón, que rotan progresivamente hasta alinearse con la trama urbana. La imagen final es la de dos grandes piedras varadas, cuya superficie abrupta evoca los acantilados escoceses, frente a las que se encuadra una nueva plaza. Aquí está la entrada al vestíbulo del primer volumen, un espacio recubierto por escamas de madera que funciona como un salón de reunión para la ciudad, y desde donde se puede subir a la segunda planta. Este último nivel conecta ambos bloques y es el que alberga las salas de exposición.