Dedicado a presentar al público el legado cultural inmaterial de China, el edificio forma parte del parque de exposiciones hortícolas de Suzhou, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad ubicada al oeste de Shanghái, y se enclava en un entorno histórico que se ha mantenido en buen estado de conservación, muy cerca del lago Taihu y rodeado por un brazo de río en tres de sus lados.

Este contexto natural y al mismo tiempo cultural es una de las fuentes de inspiración de la intervención, cuya estrategia principal consistió en conectar las diferentes partes del programa mediante patios y pasajes exteriores que evocan las experiencias espaciales que son típicas de la tradición arquitectónica de Suzhou, ciudad reconocida por sus excepcionales palacios y jardines. La organización mediante patios y pasajes cubiertos permite atender al lluvioso clima local, a la vez que resolver, mediante un mismo esquema, programas muy diversos: desde un teatro revestido con lamas de bambú laminado y vegetación hasta una instalación con forma de nubes o una torre de observación, pasando por un restaurante situado frente al agua. Además, la mayor parte del volumen está cubierto con una solución ajardinada que permite disolver los límites entre arquitectura y naturaleza.