Frente a la idea habitual de campo de fútbol como sólido cerrado, el Estádio Municipal Serra Dourada se diseña como un vestíbulo abierto a la ciudad que pueda acoger las actividades que surgen en torno a un evento deportivo. Con capacidad para 50.000 espectadores, el recinto se sitúa en el sureste de la ciudad de Goiânia, a doscientos kilómetros de Brasilia, en un lugar muy bien comunicado con acceso directo desde la carretera nacional y grandes áreas de aparcamiento.
Enterrado a partir de su mitad inferior, el volumen se percibe desde el exterior como un objeto de dimensiones controladas integrado en el paisaje de su entorno. Aunque finalmente no se llegaron a ejecutar, el proyecto original contaba con amplios jardines y programas deportivos complementarios situados en los alrededores del campo, que se relacionaban directamente con el interior, gracias a la permeabilidad de su perímetro.
Apoyado sobre un conjunto ritmado de mástiles, un inmenso alerón curvo salva una luz de más de cuarenta metros mediante ménsulas que parten desde el centro en voladizo. Esta cubierta de hormigón protege por un lado las gradas y por otro un área general de accesos, circulación, bares, vestuarios, taquillas y servicios de apoyo al público.
Cliente Client
Governo do Estado de Goiás
Arquitecto Architect
Paulo Mendes da Rocha
Colaboradores Collaborators
Maria Helena Flynn, Roberto Portugal Albuquerque
Consultores Consultants
Equipe Técnica da Serete S/A
Contratista Contractor
Construtora Guarantã S/A