La poderosa imagen del estadio se debe a su piel textil tensada y de geometría ligeramente bulbosa, que está perforada aquí y allá por óculos en forma de ameba. Durante el día, los óculos se abren a las vistas circundantes pero, al anochecer, dejan entrever las múltiples actividades que se producen en el interior del edificio. Este dispositivo formal envuelve un complejo aparato de geometría precisa, formado por múltiples capas de funciones complementarias. La primera de ellas corresponde al graderío de 13.000 plazas protegido por la cubierta tensada y dispuesto en torno a una arena de 85x105 metros, que se completa con una hilera

superior de cuarenta cabinas para periodistas y 250 asientos VIP. La segunda capa es la de los espacios de circulación, que se agrupan formando una ancha galería perimetral conectada a las baterías de ascensores y escaleras. Formando un especie de calle dispuesta entre el graderío y la piel exterior, la tercera capa cobija 3.000 metros cuadrados de zonas públicas con restaurantes, una bolera, gimnasios, tiendas y zonas de encuentro, que pueden usarse antes y después del partido o bien durante los intermedios, y que se conectan, sin solución de continuidad, con los accesos al estadio y, a través de ellos, con las amplia playas de aparcamiento que rodean el edificio...  [+]