Situado en la isla de Hong Kong, el conjunto de la Estación Central de Policía y la prisión Victoria es un recinto amurallado formado por pequeñas construcciones que levantaron los británicos para albergar la magistratura, la comisaría y la cárcel de la colonia tras la entrega del territorio a la corona inglesa en 1841. Hoy es uno de los monumentos principales de la ciudad por su carácter histórico y por la colección de edificios singulares que lo componen, organizados alrededor de dos patios interiores. Tras su desmantelamiento en 2005, se decidió reformar el recinto para usos culturales y de ocio dada su estratégica situación.

Localizado en medio del distrito central de Hong Kong —una de las zonas con mayor densidad del mundo—, este complejo edilicio de pequeña escala se erige actualmente como un claro entre un bosque de rascacielos. La rehabilitación del recinto se encauza hacia la preservación de esta cualidad, tomando los patios como centros vertebradores del nuevo programa público. El patio de armas, localizado al norte, es más amplio y accesible, resultando adecuado para eventos, comercio perimetral y restauración. Sin embargo, el antiguo patio de la prisión es un espacio hermético, y para su apertura al público el proyecto contempla su reactivación mediante la programación cultural. Ambos espacios, antes cerrados en una manzana tapiada a la ciudad, se articulan con la trama urbana a través de microactuaciones de conexión que crean nuevos flujos peatonales en el recinto y de esta forma lo enlazan con la ciudad.

La rehabilitación de los edificios preexistentes conserva sus características singulares, adaptando los espacios interiores a los futuros usos públicos. Solo dos volúmenes cúbicos de nueva planta se construyen enfrentados en el patio de la prisión para compensar la construcción perimetral y configurar el espacio abierto como escenario de actuaciones al aire libre. Los nuevos edificios se levantan del suelo y lo dejan libre para crear grandes escaleras de acceso al patio, que informalmente servirán también de graderíos. Uno de ellos alberga galerías para un museo, mientras el otro contiene una sala multiusos abierta hacia el patio y sobre ella una gran sala técnica que concentra instalaciones para todo el recinto. El cerramiento de estos sencillos volúmenes se lleva a cabo con un sistema de agregación de unidades de aluminio fundido. Las piezas tienen unas proporciones basadas en los mampuestos originales del muro exterior, y con una gama de cuatro tipos se adaptan a los diferentes requerimientos estructurales y climáticos del lugar.