La Escuela Leonardo da Vinci en Altavilla Vicentina une diversas funciones en un único edificio:?una escuela de educación infantil para 120 niños, una escuela de primaria para 150 alumnos y un pequeño teatro al servicio tanto del grupo escolar como de la comunidad municipal. La tradición italiana prescribe entradas diferenciadas para las dos escuelas, así como para el gimnasio y el comedor-cafetería, además de salas separadas para el estudio y el juego. Cada aula cuenta con un espacio exterior protegido y suficiente iluminación natural. Todas las aulas son de dimensiones parecidas, pero se diferencian por su orientación y posición en el edificio. La conexión entre ellas se realiza mediante dos corredores con espaciosos vestíbulos. Independientemente de su tamaño y orientación, cada conjunto de aula y patio adyacente funciona como una unidad. Los ventanales cuentan con protecciones solares exteriores en forma de paneles de malla de alambre. Pese a su función común, cada una de las aulas presenta rasgos que las distinguen. Del mismo modo, los pasillos, baterías de aseos y salas de personal encajan según un equilibrio entre las reglas establecidas y la singularidad. En los aseos y áreas de juego se han utilizado colores vivos, mientras que las aulas serán coloreadas por los trabajos de los niños colgando de las paredes. Para abarcar toda la diversidad requerida en un volumen de una sola planta sobre rasante, se ha dispuesto una cubierta única postesada, de 94 metros de largo por 26 de ancho. Ésta presenta una apariencia uniforme y continua, pero soporta fuertes tensiones debido a la gran variedad de apoyos y a los cortes realizados sobre las áreas de acceso y los patios. Todos los espacios tienen una altura libre de cuatro metros, lo que permite la aparición de ventanales superiores que iluminan las entradas y el teatro comunal situado en la planta inferior. A este espacio, un tronco de cono de base ovalada, se puede acceder desde una rampa situada en el vestíbulo principal, donde emerge la cubierta del teatro como un podio sobre el que se puede jugar, revestido de resina color rojo y rematado por barandillas que siguen la inclinación del cono. La superposición de pantallas protectoras (paneles correderos exteriores, acristalamientos dobles con filtros de malla de alambre) permite ajustar la entrada de luz al interior, sin ocultar las vistas de los alrededores. En el interior, una variedad de patios y áreas de tránsito fomentan cierto sentido de comunidad y de comunicación fluida entre los usuarios. El edificio refleja así su intención mediadora entre alumnos y docentes, entre la escuela y la comunidad... [+]