Destinada al estudio de ciencias políticas, la escuela Blavatnik surge con el objetivo de convertirse en un centro de excelencia dentro de la Universidad de Oxford donde fortalecer lo colectivo, crear oportunidades y fomentar la cooperación a nivel internacional.

Estas aspiraciones requieren una respuesta arquitectónica específica. El proyecto parte desde el corazón del edificio donde se sitúa El Foro: un atrio que atraviesa la escuela en vertical y conecta todos los niveles, enlazando las diferentes actividades en un espacio continuo. Los ideales de la escuela —apertura, comunicación y transparencia— se materializan a través de este vacío central que proporciona acceso a las salas y genera zonas comunes de reuniones e intercambio. Por su parte, las diferentes terrazas interconectadas actúan como un auditorio que comienza en el nivel inferior y asciende hasta las plantas superiores. Cada una puede funcionar de forma independiente, como sala de estudio, o como parte de un espacio conjunto para un evento mayor. De esta forma se promueven encuentros para el diálogo tanto formales como informales, organizados o espontáneos.

Su situación en la esquina suroeste del área de reciente desarrollo conocida como Radcliffe Observatory Quarter, hace que la escuela sea lo primero que los ciudadanos vean cuando se aproximan por el sur, de manera que tiene el potencial de convertirse en la puerta de acceso a este nuevo sector de la universidad y en un símbolo de su desarrollo. El contexto urbano inmediato es complejo debido a la cercanía de la iglesia de St Paul y el Somerville College —situados a ambos lados— y la University Press en frente. Su forma cilíndrica evoca la geometría de otros edificios gubernamentales y universitarios del mundo.

El trazado está formado por una serie de discos desplazados que se adaptan a los parámetros del lugar y los límites de la parcela. La posición de los diferentes forjados crea voladizos y volúmenes cubiertos, que concentran la masa del edificio en el noroeste, tal y como indicaba el plan director. La entrada principal se sitúa en el centro del alzado, a la manera clásica, y queda enmarcada bajo el primer nivel. La geometría circular de esta planta se transforma en rectangular a lo largo de la Walton Street, dando lugar a una forma mixtilínea que recuerda al Teatro Sheldonian, situado también en Oxford. De esta forma, este innovador edificio se ancla a su emplazamiento histórico mediante pequeñas estrategias compositivas como continuar la línea del pórtico de la iglesia de St. Paul o reflejar la simetría de la Oxford University Press.