En una zona portuaria al este de la ciudad de Dublín, la reordenación de un polígono industrial de 10 hectáreas creará un nuevo barrio con la construcción de 400.000 m2. La zona se definirá con un urbanismo residencial de baja densidad y con grandes espacios públicos. Los arquitectos consideran que no es necesario añadir nuevas zonas exteriores, sino densificar las existentes superponiéndoles nuevas funciones (parques, terrenos deportivos, playas, espacios verdes naturales). Además se deben proteger éstas contra los agentes climáticos, mejorar las comunicaciones con la ciudad y aumentar la capacidad de aparcamiento. Se crean también nuevas viviendas pasantes y espaciosas tal y como aconseja la nueva normativa urbana de la región.

Para ello el proyecto se estratifica en tres capas superpuestas sobre una trama de 140 x 70 metros. Los espacios públicos interiores y exteriores se ubican entre el suelo y una altura de 15 metros, conteniendo los comercios, equipamientos públicos, jardines y parques. Entre los 10 y 17 metros y bajo una cubierta construida como un invernadero se encontrarán las viviendas (asociadas a talleres y oficinas) y otros servicios (guarderías, lavanderías, asociaciones...). Sobre ellas estarán las oficinas, hoteles y distintos tipos de alojamiento.