Pabellón en la calle Juan Bravo de Madrid

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En el verano de 2017, el restaurante VE-GÁ encargó a los arquitectos Ignacio de la Vega y Pilar Cano-Lasso la proyección de un pabellón en el bulevar de la céntrica calle madrileña Juan Bravo. Las condiciones del proyecto eran muy restrictivas: la anchura no podía sobrepasar los 2,50 m con una longitud de 22 metros, debía ser desmontable y ligero, el presupuesto era reducido y se necesitaba llevar a cabo el montaje en tan solo 15 días. Todas estas condiciones desembocaron en una sencilla estructura de madera de pino, cuyo montaje duró una semana y sobre la que se acoplaron paneles de policarbonato celular.

Entrelazándose en las cuerdas que rodean perimetralmente al pabellón, una piel vegetal crece y cambia de color con el paso de las estaciones. La apertura y cierre de las fachadas se resuelve mediante poleas y tirantes metálicos de fabricación artesanal. Por la noche, el policarbonato retroiluminado difumina la luz y convierte el pabellón en una caja de luz.