La construcción del nuevo distrito financiero en la próspera ciudad de Yiwu requiere ajustar los tiempos de la arquitectura —diseño y ejecución— a unas condiciones productivas desconocidas hasta ahora. Con este fin, y partiendo de una idea desarrollada por el estudio para la Biblioteca de Badalona, se realizó un diseño para un volumen construido similar al del Rockfeller Center neoyorquino, adaptándolo a la torre más alta prevista por el planeamiento. A partir de ella, una coreografía de torres y zócalos en torno a una plaza central ajardinada configura un ‘conglomerado urbano’ casi geológico, basado en la relación entre materia, forma y energía. El concepto esencial que da pie a este conjunto es controlar la iluminación natural y el comportamiento termodinámico pasivo desde la tipología del tubo perforado estructural. Unos miradores estratégicamente ubicados alteran la geometría de la planta para reducir las turbulencias en las áreas más afectadas por el viento, dando pie a alteraciones en la proporción hueco/muro definidas con un patrón fluido mediante el cual se equilibra luz natural y radiación en función de las orientaciones. Esta idea de un conglomerado material a gran escala permite adaptarse a las exigencias productivas, plazos de construcción y condiciones climáticas subtropicales de Yiwu.