Conocida en Occidente con el nombre de Port Arthur, la ciudad de Dalián es hoy, con su casi seis millones de habitantes, un importante centro industrial y comercial que busca afianzar su imagen en el exterior. A este fin contribuirá el que es ya el icono más reconocible de su nuevo distrito de negocios situado en la primera línea de costa: un volumen bulboso y envuelto con una piel de escamas de aluminio que alberga espacios para grandes convenciones (con un capacidad para 1.600 personas), un teatro-ópera (con 2.500 butacas) y un centro de exposiciones, además de aparcamiento y zonas técnicas. Todos ellos se organizan de acuerdo a una trama que semeja la de una ciudad tradicional, con los recintos para convenciones separados mediante calles interiores y dispuestos en torno a una plaza en cuyo centro se sitúa el gran volumen de la ópera.

Desde el punto de vista constructivo, el edificio está definido por dos criterios fundamentales: por un lado, la resolución de la estructura portante mediante una densa parrilla ortogonal que soporta el forjado de la planta baja y una celosía tridimensional que se adapta a la compleja geometría de la cubierta; por otro lado, una ambiciosa estrategia medioambiental en la que se combinan la captación de luz natural y de los vientos dominantes con un eficiente sistema de climatización basado en el intercambio calorífico con el agua de mar.