Situado sobre el antiguo acuartelamiento de infantería en Lérida, este nuevo centro para la producción audiovisual da un nuevo uso a los edificios que antaño conformaban el patio de armas del cuartel, y completa la parte más tecnológica de su programa —el plató de grabaciones— con un tercer volumen de nueva planta, que se ha concebido como un gran contenedor neutro y flexible. Los primeros están construidos con muros de fábrica tradicionales; el segundo, con un cerramiento más ligero; pero todos quedan envueltos por una piel sinuosa y etérea que abraza y a la vez conecta los tres edificios, y sugiere, gracias a su concavidad, la apertura a la plaza de acceso.

Esta piel está formada por lonas textiles fijadas a una subestructura de tubos y tensores de acero dispuestos de acuerdo a una geometría basada en la línea curva. Cada anillo de compresión de la subestructura se coloca ligeramente desplazado respecto al inferior, de manera que, tensadas entre tramo y tramo, las lonas vayan adoptando complejas superficies alabeadas que, además de producir un sugerente efecto de claroscuro, protegen de la radiación solar a la hoja interior del edificio, cumpliendo así funciones bioclimáticas en verano.