Centro de salud, Buñuel
ByE arquitectos 


El pueblo de  Buñuel —situado al sureste de Tudela, donde Navarra limita ya con la provincia de Zaragoza— representa uno de tantos casos en los que el casco urbano original se ha ido exten-diendo por sus bordes con construcciones dispersas de casas unifamiliares que empiezan a desdibujar el trazado de los espacios públicos. Junto a la calle Mayor, pero en la zona de transición entre el tejido consolidado y la periferia, un centro de salud se levanta ahora con la voluntad de crear un ámbito colectivo que sirva de base al nuevo viario.

De una sola planta, el edificio respeta la escala del caserío existente pero sin renunciar a hacer ex-plícita su condición de equipamiento comunitario, unificando las distintas partes del programa tras una envolvente deliberadamente abstracta y hermética. Las funciones requeridas —zonas de espera, locales asistenciales y dependencias de servicio— se disponen en el solar de contorno trapezoidal atendiendo a una zonificación estricta. A lo largo del frente que define el espacio público se localiza la sala donde los pacientes aguardan a ser atendidos, mientras la crujía dedicada a consultas se ubica en paralelo pero evitando establecer un contacto visual directo con el exterior. Para disuadir a las miradas indiscretas, un jardín entre tapias ilumina y ventila esta zona, salvaguardando así la intimidad de médicos y enfermos. El archivo en el que se guardan los historiales clínicos, los despachos administrativos, las oficinas de apoyo y las de los servicios sociales colmatan el cuerpo principal. Los cuartos de basuras, la sala de calderas y un almacén ocupan un pequeño anejo longitudinal, que se levanta en oblicuo a lo largo del límite sur de la parcela, separando el jardín de las consultas de la zona destinada al aparcamiento de vehículos.

Situado al borde de lo que fue el núcleo original del pueblo, el centro de salud define un espacio de carácter público allí donde la aparición de construcciones inconexas comienza a desdibujar la trama urbana.

Con la intención de facilitar máximamente al usuario la imprescincible orientación en el interior, el proyecto recurre a una construcción clara y sencilla, de medios austeros. Una envolvente continua de bloque de hormigón de color blanco mármol funde en un conjunto las tapias de los patios y las fachadas del centro de salud propiamente dicho; estos muros se perforan puntualmente con celosías para permitir desde el exterior vistas veladas de los jardines interiores, que están plantados con liquidámbar, tomillo, naranjo y lavanda. Un generoso clerestorio de vidrio translúcido domina el alzado hacia la plaza para iluminar desde lo alto el vestíbulo y la sala de usos múltiples, rematando un repertorio de materiales que incluye muebles realizados en tablero lacado de densidad media, carpinterías de aluminio y cubiertas de chapa de zinc.

Un generoso clerestorio en la fachada principal proporciona luz natural al vestíbulo y la sala de usos múltiples. Dos patios plantados con naranjos, lavandas y liquidámbar garantizan la intimidad necesaria en las consulta.

El bloque de hormigón blanco funde en un continuo las fachadas con las tapias del edificio; unas perforaciones en el muro que flanquea la rampa de acceso iluminan la zona de espera.



Cliente Client

Servicio de Salud, Gobierno de Navarra

 Arquitectos Architects

Javier Barcos, Manuel Enríquez 

Colaboradores Collaborators

Pablo Altava, Francisco Aljibe; Jesús Armendáriz, Idoia Zabalza (aparejadores quantity surveyors

Consultores Consultants

Dasein Ingenieros (estructura structure); GE (instalaciones mechanical engineering); Imanol García (maqueta model

Contratista Contractor

Construcciones Martínez Sánchez

Fotos Photos

J.M. Cutillas-Proyectar Navarra; C. San Millán