Situado en Londres, el estadio del club de cricket Marylebone concentra en sus dependencias intervenciones de arquitectos británicos como Michael Hopkins, David Morley y Nicholas Grimshaw. Además de las nuevas tribunas y el marcador, el plan de ordenación del recinto incluye una escuela cubierta, el campo de entrenamiento, tiendas y oficinas. La pieza más reciente de esta serie, el centro de prensa, es fruto de un concurso restringido convocado para sustituir la instalación existente por otra capaz de asumir las exigencias de la retransmisión televisiva del campeonato mundial de 1999. Pensado como icono del estadio, el centro mira por encima del horizonte de gradas como un periscopio que vigila el campo.

Más de doscientos periodistas tienen cabida en la cápsula apoyada sobre dos torres de escaleras y ascensores que, realizadas en hormigón, incorporan montantes para instalar y desmantelar el cableado necesario en cada retransmisión. La cabina, cerrada hacia el estadio por un frente inclinado de vidrio que evita el deslumbramiento de los jugadores, incluye sobre la zona de prensa escrita una entreplanta reservada para los comentaristas de radio y televisión. El restaurante, los aseos, un laboratorio de fotogafía y dos salas de recepción completan un interior blanco, azul y cromado, inspirado en los automóviles norteamericanos de los años cincuenta.

Pensada como cáscara estructural, la forma alabeada de la cabina ha requerido técnicas navales para su construcción. Desde unos astilleros de Cornualles se prefabricó enteramente en aluminio, material maleable —las piezas debían adaptarse a la doble curvatura— , de bajo peso y reducido mantenimiento. El cerramiento, formado por chapa de entre 6 y 20 milímetros, se rigidiza con dos familias de nervios, entre los que se alojan las instalaciones. Dividido en secciones de hasta 4,5x20 metros, éstas fueron prefabricadas en el astillero, llevadas en camión hasta el estadio y elevadas con una grúa hasta su posición definitiva, donde se atornillaron provisionalmente antes de ser soldadas. La soldadura continua elude la aparición de juntas de dilatación, de forma que el edificio se hincha cuando el aluminio se dilata. Alineado con el pabellón que preside el eje del estadio desde hace cien años, el centro de comunicaciones incorpora la última tecnología para difundir las incidencias del deporte más tradicional de Inglaterra...[+]