Centro de arte en unos laboratorios del s. XIX, Lovaina
Neutelings Riedijk Architects 

Centro de arte en unos laboratorios del s. XIX, Lovaina

Neutelings Riedijk Architects 


Hasta los años setenta, el Instituto Arenberg albergaba el Departamento de Química de la Universidad de Lovaina. Tras su progresivo abandono, a finales de los noventa el complejo fue alquilado al Centro de Arte Stuk, cuyas instalaciones se encontraban diseminadas en diferentes locales de la ciudad. El instituto estaba compuesto por una colección de edificios de finales del siglo XIX y principios del XX dispuestos alrededor de un patio y que salvaban una gran diferencia de cotas. La disparidad de su estado de conservación aconsejaba una actuación independiente en cada uno de ellos: las dos alas más deterioradas fueron demolidas y reemplazadas; otras dos todavía en uso —bloques frontal y trasero— fueron profundamente remodeladas; las restantes se sometieron a una intervención somera; y todo el exterior se reconsideró. El resultado es un espacio público completamente renovado, un polo de atracción inédito en el centro urbano con casi 10.000 metros cuadrados al servicio de la experimentación artística.

El proyecto parte de la consideración del conjunto como una pequeña ciudad con muchas casas. Cada espacio está determinado por unas condiciones —ambientales, lumínicas, dimensionales o de acabado—que confieren al conjunto una impronta de laberinto caleidoscópico que rehúye la expresión neutra. El centro cuenta con diez teatros específicos (para danza, performances, ensayos, conferencias y artes visuales) y una serie de espacios de servicio, acogida y reunión. El patio es el corazón del complejo y el centro del sistema de espacios exteriores que lo atraviesa, configurando una red de circulaciones informales que favorece el encuentro casual entre artistas, estudiantes o residentes.

La actuación pretende imbricar las fábricas antiguas y nuevas para formar un todo que, sin dejar de acentuar el contraste entre las diferentes épocas de construcción, las relaciona mediante el ladrillo rojo como material de fachada. Una volumetría escultórica ayuda a conformar el exterior, en el que la sobriedad de los materiales —pavimentos de hormigón pigmentado, barandillas de acero galvanizado— contrasta con unos interiores exuberantes. De acuerdo con su función, la iluminación, la perspectiva, las vistas o los materiales que se han empleado, cada teatro adquiere un carácter propio. El amplio abanico de acabados—hormigón con dibujos en bajorrelieve, paredes revestidas de cuero negro almohadillado, contraventanas rellenas de terciopelo rojo, etcétera—confieren al conjunto un aspecto de ‘país de las maravillas’, en el que cada puerta se abre a un lugar caprichoso e insospechado.


Cliente Client

Stuk Arts Center

Arquitectos Architects

Neutelings & Riedijk

Colaboradores Collaborators

Carl Meeusen, Serge Vandenhove (gestión project management); Bureau Bouwtechniek; Bureau voor Architectuur (estructura structure); Daidalos (acústica acoustics); Theater Technieken Advies en Studie (equipamiento teatral theater techniques)

Fotos Photos

Sarah Blee