A una distancia de cuarenta kilómetros de la ciudad de Villarica se encuentra una pequeña comunidad de leñadores formada por once familias dedicadas a la explotación de las especies autóctonas del bosque (mañío, tepa y coigüe) y el cultivo de tierras para su subsistencia. Conscientes de la necesidad de preservar el entorno medioambiental, las generaciones más jóvenes han desarrollado un proyecto de agro-turismo que asegura la reforestación del bosque y al mismo tiempo, ofrece rutas de senderismo y paseos a caballo para los excursionistas. La reconversión de este entorno ha generado la necesidad de construir una caseta de descanso, que actúa como refugio de cazadores en invierno y la construcción de un mirador para contemplar el paisaje que se extiende desde el volcán Villarica hasta los lagos Calafquén y Panguipulli.

Por otro lado, creando una nueva ruta que conecta el Secano Interior chileno a través de la cordillera de la costa, se han construido siete módulos a modo de hitos que sirven a los turistas como lugar de descanso y observatorio del paisaje. Todos ellos se han realizado con un entramado de piezas de madera de pino, que se han obtenido reciclando los despuntes que emplean las industrias madereras de la zona para encender las calderas...[+]