Situada en el pueblo de Mindo, dentro del bosque húmedo del Chocó andino, unos 80 kilómetros al noroeste de Quito, la casa está concebida como un contenedor capaz de potenciar la biodiversidad relacionando lo natural —flora y fauna— con lo artificial —tecnología, conectividad, ocio, confort—.

El objetivo del proyecto es construir una vivienda de uso flexible, capaz de servir a la familia pero también de albergar a otros usuarios, visitantes y actividades diversas. Dado el particular clima de la zona —cálido y húmedo, con alta precipitación—, las condiciones de confort no son las mismas para el uso familiar y para las visitas, que pueden ocupar el espacio de una manera más informal. Así, se plantean unas ‘cápsulas’ que pueden aislarse y mantener estándares de confort altos, con espacios intermedios anexos que pueden habilitarse según la necesidad. Estos espacios también sirven de circulación, aprovechan las vistas y posibilitan infinitas maneras de ocupar la casa.

Las dificultades de acceso y transporte determinaron el uso de madera laminada de pino y el montaje manual, con piezas de tres dimensiones de ancho, un alto de 30cm y una longitud máxima de 9,5m. La longitud máxima de las piezas define la altura de la casa, pues los pilares tenían que ser una pieza continua; no así las vigas, que podían ser compuestas.


Obra Work
Casa Pitaya

Arquitectos Architects
Taller General (Martín Real y Florencia Sobrero) + Jose María Sáez

Colaboradores Collaborators
Madebu, Rothoblast Ecuador, Santiago León

Consultores Consultants
Mathieu Lamour (ingeniería engineering)

Construcción Construction
Taller General + Jose María Saez + Estefanía Jácome

Superficie Floor area
300m²

Fotos Photos
JAG Studio