Casa Le Goff, Marsella
Rudy Ricciotti 

Casa Le Goff, Marsella

Rudy Ricciotti 


En un barrio acomodado de las afueras de Marsella —allí donde la costa francesa empieza a parecerse a Italia—, un coleccionista de arte contemporáneo ha querido levantar un refugio en el que poder desplegar sus cuadros y muebles. El solar elegido desciende con una fuerte pendiente en dirección al mar, pero la gran cantidad de pinos y robles que crecen en la parcela hacía imposible disfrutar de este panorama sin separarse del terreno. La casa se eleva entonces buscando la vista lejana del Mediterráneo, escondiendo su masa entre la frondosa vegetación como la cabaña entre los árboles de los juegos infantiles.

La casa esculpe así un claro en el bosque para asomarse al cielo. Con el acceso rodado desde la parte alta, la diferencia de cotas entre los límites del solar hizo posible crear un semisótano para albergar la bodega y la lavandería, agrupadas en un zócalo de hormigón semienterrado que sirve de apoyo a la casa. Sobre él, la planta de entrada se abre al paisaje como un belvedere con la cocina y el salón acodados en L. Con sus 18 metros de largo, y casi 60 metros cuadrados de superficie, el flanco correspondiente al salón funciona además como galería para mostrar los cuadros coleccionados por los dueños a lo largo de los años. En paralelo a este ámbito discurre la terraza en la que se ha excavado la piscina. Los dormitorios ocupan el cuerpo de la segunda planta sobre la zona dedicada a comedor y cocina, y disfrutan de una terraza de carácter más privado habilitada sobre la cubierta del salón.

Con un repertorio reducido de materiales, la construcción apoya consecuentemente la organización orientada de la planta. El zócalo y los flancos norte y este de la L son paramentos ciegos construidos en hormigón armado, mientras los lados cóncavos de la planta se cierran con paños de vidrio de suelo a techo. La estructura portante del edificio —formada por columnas cilíndricas de hormigón armado— y un suelo de hormigón pulido subrayan por contraste el carácter liviano de la cristalera. Pero la fusión de la casa con el paisaje circundante se confía por entero a su máscara exterior: unas cortinas de hiedra artificial —empleadas normalmente por el ejército francés para camuflar sus tanques— protegen el interior del soleamiento excesivo, inundando las estancias de una luz texturada como la que baña los porches emparrados frecuentes en la arquitectura vernácula de la región. Al modo de un barco encallado tierra adentro, las terrazas alrededor de la casa se pavimentan con tablas de madera que parecen flotar sobre el mar de vegetación que precede en el horizonte al océano...[+]


Cliente Client
Le Goff

Arquitectos Architects
Rudy Ricciotti

Colaborador Collaborator
Sidonie Daher

Consultores Consultants
ERTB Marseille (estructura structure

Contratista Contractor
Habhab

Fotos Photos
Christian Michel