En un punto central y de paso obligado en el camino a las casas de la Comuna se levanta la ‘casa club’ o club social, cuya misión es la de complementar con equipamientos comunes las casas de los residentes y huéspedes, así como proporcionar vivienda permanente a los trabajadores del complejo. Con el club se propone crear un lugar de encuentro para personas de procedencias y culturas diversas, además de conservar en la medida de lo posible los elementos naturales previos a la construcción —como los árboles que se pueden apreciar desde el vestíbulo principal— generando así un nuevo ‘paisaje cultural’ o ‘culturescape’.

El amplio programa, que incorpora dos restaurantes, una piscina interior, tiendas, oficinas y hasta un museo, se acomoda en volúmenes menores situados en los distintos niveles que posee la parcela (cuya pendiente varía entre 0 y 10 %), vinculados por medio de un corredor. Con el fin de anclar el edificio a la memoria del lugar, se ha empleado madera, revestimiento de acero cortén —que variará de color con el paso del tiempo como el paisaje con el transcurso de las estaciones— y un compuesto de piedra y hormigón realizado con piedras de las inmediaciones, queriendo dar al conjunto la impronta de un edificio que lleva años construido... [+]