La presencia imponente de la Gran Muralla invita a buscar formas arquitectónicas que se integren en el territorio en vez de instalarse en éste como objetos autónomos y aislados. La milenaria estructura de piedra se mueve por el paisaje abrupto —en el que se percibe sin principio ni final— poniendo de relieve las formas naturales y el color cambiante de la vegetación. Esta condición, por encima de las demás, es la que ha inspirado esta casa de bambú, bautizada por ello como ‘muro de bambú’ y situada ex-profeso en la zona más escarpada y difícil de la parcela adjudicada.

Concebida la casa como un muro habitable, su programa se dispone de forma lineal, con las estancias una a continuación de la otra y comunicadas por un corredor. Una escalera exterior de adoquines de piedra se apoya en la pendiente para ascender hasta el porche de entrada y alcanzar el vestíbulo de la vivienda, desde el que es posible divisar el patio central. A ambos lados del patio de disponen las estancias, en función de su uso más o menos privado. En el flanco más cercano a la entrada se sitúa la sala de estar, abierta al paisaje en un extremo de la pieza y separada del patio por el comedor y la cocina. En el flanco opuesto se ubican cuatro dormitorios y tres baños. Una escalera se adosa a la huella del patio y desciende hasta una planta inferior en la que gracias a la pendiente del terreno se abren otras tres habitaciones y estancias auxiliares de almacenaje e instalaciones. La existencia de dos niveles refuerza, vista desde fuera, la condición de muro que la casa pretende alcanzar.

La construcción se ha llevado a cabo con bambú para expresar las diferencias entre este muro doméstico y la muralla: mientras la segunda se asocia a valores como fuerza y división, con el bambú se pretende simbolizar el flujo cultural entre China y Japón, así como permitir que la luz y el aire fluyan entre el exterior y el interior. La posibilidad de juntar más o menos los listones de bambú ocasiona que éstos funcionen a modo de cortina, como el lienzo que separa cocina y comedor o el que envuelve el área central del patio, o a modo de tabique, en el resto de la vivienda. El vidrio refuerza la gradación de espacios envolviendo el estar, el comedor y el patio. El agua se ha incorporado en el interior cubriendo el suelo del patio, de manera que sólo dos puentes de hormigón pulido permiten alcanzar su centro. Exteriormente, el bambú se ha empleado intentando conferir a la fachada la misma impronta áspera que las laderas abruptas y tapizadas de vegetación confieren al paisaje... [+]