Los arquitectos holandeses Joost Glissenaar y Klaas van der Molen se conocieron en la Academia de Arquitectura de Rotterdam —donde ambos estudiaron—, creando su oficina en el año 1999 tras obtener el primer premio en la quinta convocatoria del concurso Europan. Desde entonces, BAR —Bureau voor Architectuur Rotterdam— ha desarrollado su trabajo empleando una metodología de proyecto basada en tres conceptos básicos: organización, tradición y composición.

Bajo estos supuestos han construido la ampliación de la cabina de control de un puente situado sobre el canal de Walcheren, que permite el acceso al centro histórico de la ciudad holandesa de Middelburg. La pequeña ‘folie’ de 30 metros cuadrados, que se utiliza únicamente seis veces al año, se ha concebido como un volumen escultórico de tres caras, que ofrece una vista panorámica de 360 grados sobre el contexto urbano gracias a un cerramiento de vidrio tintado de color verde. La piel transparente alterna la visión de lo que ocurre en su interior con los reflejos del entorno circundante...[+]