Junto a un pintoresco lago de la campiña de Hampshire, y delimitado al sur por un pequeño arroyo de agua impoluta y rápidas corrientes, el emplazamiento para este pequeño refugio es uno de los mejores parajes de las islas británicas para la pesca con mosca. Para poder disfrutar de este excepcional enclave natural, el proyecto se concibe como un lugar de reunión de pescadores, pero capaz de transformarse en almacén de embarcaciones y aparejos de pesca. A esta doble función, se suma el factor de un periodo de actividad intermitente, que se reduce fundamentalmente a la temporada de pesca de la trucha, desde finales de abril hasta el mes de septiembre. Durante este tiempo el sistema de contraventanas de madera se abre, permitiendo aprovechar al máximo de las vistas del paisaje. El resto del año, la pequeña cabaña puede cerrarse para resistir mejor la intemperie y poner a salvo todo el material. Además, para facilitar la entrada y salida de las embarcaciones, la cubierta se extiende del cuerpo principal, generando así una zona protegida de amarre. La estructura se eleva sobre el agua con soportes metálicos, que sustentan el volumen principal de madera de roble autóctona, sin tratar para que con el paso del tiempo se iguale cromáticamente con la cubierta de aluminio...
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