Elevado sobre un podio, en el margen de una verde pradera para jugar al críquet, el Centro Sultan Nazrin Shah discurre como un escenario abierto a la naturaleza. La intervención, además de con el parque y los cercanos canales, debía relacionarse con los edificios de la universidad y ser una pieza fundamental en el desarrollo y la mejora de esa zona del campus. Por este motivo, la entrada se sitúa en el sureste, a través de la puerta existente en Worcester Place, donde una nueva plaza articula el conjunto estudiantil y une el proyecto con el insigne edificio Sainsbury, construido en los años ochenta por Richard MacCormac. Tras las láminas de agua del acceso surge una plataforma pétrea, que recibe a los visitantes y permite que la corriente de las inundaciones fluya por debajo de la construcción. El vestíbulo es también un mirador, desde el que surgen una suerte de pérgolas y terrazas para disfrutar de los eventos deportivos. En este espacio se vislumbra tanto la curva que da paso al anfiteatro, como el pasillo que conduce al estudio de danza, y se puede acceder al resto del programa educativo. La gran sala está enmarcada por una pantalla de piedra que se eleva sobre el basamento dejando entrar la luz a través del claristorio, y que en el interior subraya su geometría por la cubierta plisada...[+]