Dirigida por Silvia Babsky Nadel y Ramón Valls Navascués, la firma madrileña BN Asociados Arquitectos resultó ganadora en 2007 del concurso para levantar la Biblioteca Central y el Archivo Municipal de Leganés. La construcción avanzada del complejo cultural se paralizó y fue abandonada durante siete años por la quiebra de la empresa constructora. En 2018 se reanudaron las obras. Con una superficie construida de 12.000 metros cuadrados, el proyecto se desarrolla sobre dos parcelas contiguas donde emergen dos volúmenes independientes con un gran sótano común. La fachada sinuosa de la biblioteca está formada a partir de una solución ventilada con acabado en piezas cerámicas de gran formato, que imitan los lomos de los libros. Sus distintos colores han sido cuidadosamente elegidos. Se colocaron 9.126 piezas sobre una subestructura de perfilería que se adosa a paneles de hormigón prefabricado de 14 cm de espesor. Entre la perfilería y los paneles estructurales se colocó lana de vidrio con aislamiento hidrófugo de 60 mm de espesor. Al interior, un trasdosado de pladurmetal-term de 60 mm permitió el paso de las instalaciones. El contrapunto a la biblioteca lo genera el archivo que con su fachada neutra también ventilada está revestida con paneles de antra-zinc.