El edificio se sitúa en el histórico puerto de la ciudad de Alejandría, fundada hace más de 2.300 años por Alejandro Magno, y quiere honrar la memoria de la biblioteca de aquella ancestral ciudad destruida en civilizaciones posteriores. En este caso, el edificio circular de 160 metros de diámetro y 32 metros de altura acoge, en sus once plantas aterrazadas, cuatro millones de volúmenes que podrían ser ampliados a ocho utilizando sistemas de almacenamiento compacto. El programa se distribuye gracias a una sección escalonada de tal forma que todo el almacenamiento de libros se encuentra bajo la planta superior, quedando estos protegidos de la luz directa, y toda la iluminación natural, norte, queda destinada a las salas de lectura, que se organizan en catarata en función de las secciones de consulta. Esta organización reduce considerablemente el tiempo de búsqueda de libros frente a la distribución tradicional en esta tipología. En el exterior, el edificio se rodea de agua, lo que ayuda a disminuir la temperatura y limpiar el aire del entorno. Otras dotaciones culturales y educativas como un planetario, varios pequeños museos, una escuela de información científica y laboratorios de conservación forman parte de este conjunto que en 2004 recibe el prestigioso premio Aga Khan.